sábado, 16 de julio de 2022

DÉJAME SER POEMA

 Paseo entre tus alas con olor a cola y papel

peleando contra gárgolas y leones.

Libre, galopo entre tus párrafos sin corcel

viviendo historias de piratas y dragones.


Hoy soy pez, estoy desnuda, sin aletas

nadando en la tinta de tus grafías,

persiguiendo a bajeles y goletas,

dibujando nuevas geografías.


Eres mi luz, mi sombra, mi color,

mi suspiro, mi ilusión, mi quimera.

Una idea, una palabra, un favor:

sé mi libro, yo seré tu poema.

jueves, 14 de julio de 2022

Avignon-Arles-Nîmes

De vuelta ya de mi viaje, recapitulando, tomando nota de lo que se cumplió, de las decepciones, de las sorpresas y de los enamoramientos.

Cumplí objetivos, todo cuanto llevaba anotado para visitar - porque en el mundo virtual me pareció imprescindible mientras preparaba el viaje - lo vi, y algunas cosas me decepcionaron, quizá porque creí que materializar los sueños era posible. Olvidé que lo onírico nos hace crecer pero que no debemos buscar su traslación a la realidad pues en ésta se vuelve gris, el sueño se queda atrapado en el tiempo, su recuerdo deja de levitar, de colorearse. De esa manera los campos de lavanda contemplados desde un autobús con paradas cronometradas perdieron el violeta, la luz dejó de ser naranja y los tonos tierra primaron sobre los verdes... ni siquiera sentí el aroma de la lavanda.

Los castillos no eran palacios sino fortalezas recias y vacías sobre rocas inexpugnables. Los monumentos romanos como atracción turística en la que un torero y su capote, como homenaje al coraje de los gladiadores, habían quedado reducidos a la fiesta taurina y las bestias de otros continentes, que otrora pelearon en esas arenas, a astados ya mansos de tanto posar en fotografías.

Queda otra decepción y es la estampa desde el río de la ciudad que me acogió: Avignon. Esperé impaciente fotografiarla pero no cambió la luz abrasadora, no quiso ponerse bonita para mí o yo no fui capaz de verla; su puente tampoco me brindó la oferta de jugar al corro o de bailar sobre él, tan lleno estaba de gente que perdió el encanto.

Me llevo, sin embargo, el enamoramiento de todo lo inesperado, lo que no imaginé encontrar: una ciudad alegre, llena de inquietudes por compartir: música en la calle; cientos de teatros; dulces y salados para deleitar el paladar; estrambóticos personajes viviendo entre el resto de los mortales, envueltos en un anonimato protegido como una joya que no se quiere perder.

Y así, jugué con una niña a ser las manecillas de un reloj de sol en Les Jardins des Doms; escuché un avemaría ensayado en la catedral de Nîmes como única oyente y, de regalo, un vals de Strauss; un restaurante, Les Bartavelles, en el que fui la única comensal y en el que en poco más de una hora fui americana y casi francesa du Midi. 

Otro, Le Mangelire en el que los libros me acompañaron en la aventura de platos desconocidos con cebollas dulces y un vin rouge. Fotografías en fachadas en Arlés; carteles en farolas, techados, marquesinas o ruedas de molinos de agua en la Rue des Teinturiers. Escaparates en los que les croissants, les pains au chocolat, les macarons... invitaban a compartir un café crême, un espresso o un café noir. En resumen, a medida que dejé de pedir y solo observé, empecé a recibir regalos, a percibir la alegría, a ver lo hermoso en el detalle, en lo pequeño.

Se acabaron las lágrimas y pude ver por fin las estrellas de la noche en la Provenza sin Van Gogh, reconocer que el Mistral, que me acompañó desde que llegué y que alivió el calor, me habló de libertad, y que hubo flores que se fueron abriendo a mi paso mientras amanecía.

Me queda la moraleja: el viaje es en sí el destino y mi propósito disfrutarlo aún sin llegar a la meta. Me llevo algunos golpes, dura metáfora de lo difícil que pueda ser a partir de ahora pero recuerdo de que los superé. 


Esto es solo un comienzo, el primer viaje de muchos otros. Acepto desde ahora esa mano que desde que la vi en esta imagen no deja de tentarme para dar el salto.


domingo, 26 de junio de 2022

De lo que no te cuento

De lo que no te cuento...

cuando te escucho,

cuando te miro,

cuando te observo,

cuando te toco,

cuando te beso,

cuando te abrazo,

cuando te tengo...

Me obligo a detener el tiempo

en cada segundo,

en cada gesto,

en cada sonido,

en cada sabor,

en cada caricia,

para recordarte cuando estoy sin ti,

cuando ya no te tengo.


viernes, 3 de junio de 2022

Lo que yo quiero

Lo que yo quiero es la brisa entrando por la ventana

en las noches de calor,

que rompan el amanecer los primeros trinos,

que me despierten tus besos y el aroma de tu piel

antes de abrir los ojos a un nuevo día.

Lo que quiero es caminar sola descubriendo el mundo, 

Como pompas de jabón

escuchando palabras que no entiendo

entre sonrisas amables y gestos que me

hagan reír.

Lo que quiero es sentirme libre

de salir, de entrar, de coger y soltar

sin miedos, sin dolor, sin arrepentimientos.

Lo que quiero es querer irme para volver a ti cuando quiera

porque tus brazos me esperan, porque no hay prisa.

Lo que yo quiero es mi presente, mi hoy, mi tiempo

y sentirme entera para compartir, para dar, para recibir

Lo que yo quiero es VIVIR.

domingo, 15 de mayo de 2022

Una simple camiseta

Es sábado por la mañana y, anestesiada aún por la modorra de ese sueño imprevisto de 7 a 9 de los findes, conecto el botón de piloto automático y comienzo las faenas domésticas: desayuno, cambiar camas, recoger ropa, poner lavadoras, planificar menús... y me dejo llevar por la inercia de lo habitual sin llegar a pensar en nada.

Pero siempre hay un clic, un chispazo que despierta la mente en blanco y comienzas a tomar conciencia de lo que estás haciendo. Esta vez ha sido al doblar una camiseta.

El bajo plegado hacia atrás, la manga izquierda monta antes que la derecha y, al momento, te das cuenta de cómo ha crecido la ropa, cómo ha pasado de tener dibujos infantiles o lacitos a una XL o una 38 y ves pasar la película de tu vida en la plancha de los fines de semana: los pantalones con rodilleras pegadas una y otra vez, los uniformes del colegio, del trabajo.

No olvidaré jamás aquella tarde que dediqué a preparar con mimo la ropa de primera puesta de mi futuro bebé o la mochila de las primeras excursiones ni mucho menos la inmensa tristeza que dejaron las maletas llenas de aquello que nunca volverá a estar en mi armario.
Es curioso, ¿verdad? que una simple camiseta lleve todo ese bagaje emocional.

domingo, 13 de marzo de 2022

Preposiciones

 A la esquina de tu calle llegué sin pensarlo.

ante tu puerta me paré indecisa y 

bajo tu ventana pensé despacio

cabe tu abrazo... quizá me quede.

Con ansia miro buscándote,

contra todo si hiciera falta iría,

de tu mano,

desde siempre,

entre tú y yo, la vida.

Hacia donde tú vayas,

hasta el fin de nuestros días.

para todo,

por todo lo que queremos, sin medida.

Según dicen: no debemos, mas

sin permisos continuamos

so pena de equivocarnos

- sobre todo por no herirnos - y a pesar de ello

tras ese sueño seguimos.

Y preposición a preposición nos unimos,

porque no hay entre nosotros palabras invariables,

que cada momento importa,

que cada segundo añade y, 

si hiciera falta, con conjunciones y adverbios

hasta completar la gramática, la nuestra, entera.

jueves, 17 de febrero de 2022

El mar y yo

 Y me he sentido libre y fuerte 

esperando una ola tras otra

sabiendo que, aunque una viniera suave,

otra vendría con ganas de derribarme.

Y lo hacía, 

pero según me caía volvía a levantarme

hasta que nos echamos a reír el mar y yo.

Hoy hemos ganado ambos.

Hoy nos hemos besado.